Un año en el que había muchos sueños y metas por cumplir y alcanzar.
Un año en el que me he dado cuenta que todo lo que haces en el paso te persigue , la vida no te lo perdona.
Comienzas la nueva etapa con ganas y optimismo, optimismo que se pierde al poco tiempo de que la vida te va poniendo obstáculos, algunos que sacas los bueno para aprender de ellos y otros que solo están para cuestionarte cada segundo, minuto... De tu vida, preguntándose una si es lo correcto o no.
Cada vez ese pozo se hace mas hondo e imposible de salir de el.
Sabiendo que parte de la culpa es tuya por no seguir nadando para lograr salir de el, haciendo caso a la suciedad que hay en el.
Esa suciedad que tarde o temprano te terminara comiendo, si no se pone remedio. Ya que el remedio que pones no eres capaz de mantenerlo hasta el final, hace que cada vez que la suciedad gane tu te hundas mas, y llegue el momento que has agotado todas tus fuerzas e ideas para lograr salir de el.
Y ese momento llego por tu culpa por no saber hacerle frente y seguir nadando día a día ignorando a la suciedad. Ahora estas ahogada sin saber que será de ti, en el futuro.
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